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Diabetes y lípidos

Diabetes y lípidos (1)

Jueves, 08 Febrero 2018 09:20

Diabetes y lípidos

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Diabetes

La diabetes es un desorden del metabolismo, el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía. La insulina es el factor más importante en este proceso. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células. (La insulina es una hormona segregada por el páncreas, una glándula grande que se encuentra detrás del estómago).
En personas con diabetes, una de dos componentes de este sistema falla:
el páncreas no produce, o produce poca insulina (Tipo I); o las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce (Tipo II).

 

Tipos de Diabetes

Hay dos tipos principales de diabetes. Al tipo I, dependiente de la insulina, a veces se le llama diabetes juvenil, porque normalmente comienza durante la infancia (aunque también puede ocurrir en adultos). Como el cuerpo no produce insulina, personas con diabetes del tipo I deben inyectarse insulina para poder vivir. Menos del 10% de los afectados por la diabetes padecen el tipo I.
En el tipo II, que surge en adultos, el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien, no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce. La insulina no puede escoltar a la glucosa al interior de las células. El tipo II suele ocurrir principalmente en personas a partir de los cuarenta años de edad., Se calcula que el 8 % de la población adulta argentina es diabética

 

La importancia de un buen control de la diabetes

Este defecto de la insulina provoca que la glucosa se concentre en la sangre, de forma que el cuerpo se vé privado de su principal fuente de energía. Además los altos niveles de glucosa en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.
No existe una cura para la diabetes. Por lo tanto, el método de cuidar su salud para personas afectadas por este desoren, es controlarlo: mantener los niveles de glucosa en la sangre lo más cercanos posibles los normales. Un buen control puede ayudar enormemente a la prevención de complicaciones de la diabetes relacionadas al corazón y el sistema circulatoria, los ojos, riñones y nervios.
Un buen control de los niveles de azúcar es posible mediante las siguientes medidas básicas: una dieta planificada, actividad física, toma correcta de medicamentos y chequeos frecuentes del nivel de azúcar en la sangre.

 

Cómo mejorar el control de su diabetes

Gracias a una serie de avances tecnológicos de los últimos años es más fácil mejorar el control del nivel de azúcar en la sangre.
Mucha gente que padece el tipo I de diabetes ha podido mejorar su control mediante terapias intensivas de insulina, mediante múltiples inyecciones diarias, o meiante bombas de insulina. La The Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado el Humalog, un nuevo tipo de insulina de acción rápida que debe ahyudar a controlar el aumento de azúcar que ocurre imediatamente después de comer. Las investigaciones más avanzadas han desarrollado una pequeña bomba de insulina implantable que hace innecesarias las inyecciones.

 

Lípidos

Los trastornos de lípidos se presentan cuando la persona tiene un exceso de sustancias grasas en la sangre. Entre estas sustancias están el colesterol y los triglicéridos. Los trastornos de lípidos son un factor de riesgo importante en el desarrollo de aterosclerosis y enfermedad cardíaca.

 

Causas, incidencia y factores de riesgo

El colesterol se puede ligar a la grasa y a la proteína en diferentes densidades. Dos tipos mayores incluyen:
Las lipoproteínas de baja densidad (LDL): colesterol malo
Las lipoproteínas de alta densidad (HDL): colesterol bueno
En términos generales se recomienda mantener el LDL BAJO y el HDL ALTO.

Los altos niveles de colesterol y otros trastornos de los lípidos se pueden heredar (genéticos) o estar asociados con:

  • Dietas con contenido de grasa
  • Diabetes, hipotiroidismo, síndrome de Cushing e insuficiencia renal
  • Ciertos medicamentos, entre los cuales se incluyen las píldoras anticonceptivas, estrógeno, corticosteroides, ciertos diuréticos y bloqueadores beta.
  • Factores relacionados con el estilo de vida, entre los cuales se incluyen el consumo de alcohol habitual y excesivo y la falta de ejercicio que lleva a la obesidad.
  • Las personas que fuman y que también tienen altos niveles de colesterol poseen un riesgo incluso mayor de enfermedad cardíaca. Los trastornos de los lípidos son más comunes en los hombres que en las mujeres.